Ha comenzado el baile. Los inversores que compraron pagarés de las empresas de Nueva Rumasa han empezado a mover ficha en el sentido de que están contratando la llevanza de sus reclamaciones a las firmas más prestigiosas en el campo jurídico con el fin de tratar de cobrar de la familia Ruiz Mateos.
Sus movimientos van encaminados a la unión del mayor número posible de afectados para tener fuerza cuando se presente el Concurso de Acreedores, puesto que no debemos olvidar que si esto ocurre, los más de 5.000 inversores que compraron los pagarés serán los últimos en cobrar. Esto es una cosa improbable por cuanto si fuera así, las demandas por estafa comenzarían a proliferar como por arte de magia.
Las posibles demandas por estafa contra los Ruiz Mateos pueden frenar el Concurso de Acreedores
Para los buenos chicos que forman la familia Ruiz Mateos dejar de pagar a los inversores a los que embaucaron con publicidad engañosa en las televisiones a lo largo de varios meses, podría suponer que se les condenara por delitos de estafa que están penados con varios años de cárcel. Esta solución posiblemente no sería la opción que escogerían. Sería más factible quizá, según dicen los expertos del mundo jurídico, optar por pagar a los inversionistas y evitar así pasar por el amargo trago de ser juzgado por delitos de estafa. Eso para una familia tan católica y tan de comunión diaria como a bien ha tenido a hacer gala el Sr. Ruiz Mateo siempre que ha tenido ocasión, es un borrón importante en su casi inmaculado deambular por el mundo empresarial.
Ha habido en las últimas horas movimiento de las organizaciones de consumo en el sentido de instar a la fiscalía a que investigue si las empresas del Grupo Nueva Rumasa han cometido un delito de estafa, pues han dedicado el dinero recogido de los inversionistas no para seguir comprando empresas como así se decía en la publicidad con la que se nos bombardeaba en la televisión mientras los Ruiz Mateos recibían tranquilamente su ración de comunión diaria sino para otros menesteres no tan gratificantes.
Parece ser que el dinero recogido de los diferentes inversionistas, cercano a los 80 millones de euros, se utilizaba en cancelar créditos e incluso conceder préstamos a diferentes empresas del Grupo.
Nueva Rumasa un Grupo de Empresas que en la realidad no lo es
Para tratar de arrojar luz sobre Nueva Rumasa, decir que parece que es un Grupo de Empresas, pero la realidad no deja de ser sorprendente. El entramado de empresas creado no consolida las cuentas de las distintas empresas como si fuera un Grupo ni existe empresa alguna que funcione como matriz de las otras, lo que trae como consecuencia ineludible que los distintos procedimientos judiciales ya iniciados en distintos juzgados esparcidos por diversos lugares de España, unido a que las actividades de las diferentes empresas son muy diversas entre sí, hace poco factible que se puedan acumular todos los procesos en uno sólo.
La disparidad de empresas que engloba lo que se conoce como Nueva Rumasa beneficia a trabajadores y proveedores
¿Qué consecuencias va a tener tal situación para la evolución futura del emporio de los Ruiz Mateos? En la práctica la situación tal y como está en estos momentos va a beneficiar a los trabajadores y a los proveedores de las diferentes empresas en detrimento de los inversores que adquirieron los pagarés y las entidades financieras con las que tienen operaciones.
La situación amenaza con ser un escándalo de extraordinarias proporciones
En estos momentos el problema tiene visos de alcanzar dimensiones incalculables
por la actuación posiblemente irregular, una vez más, de esta familia de católicos recalcitrantes, que no obstante su condición, no tienen el menor empacho de seguir jugando a empresas aunque para ello no duden en faltar al respeto al prójimo, eso sí con la anuencia de los poderes establecidos que una vez más han dejado campar a sus anchas a unos desalmados.
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