EL VALENCIA GANA CON LA HORA EN LOS TALONES
Y CON AYUDA DE LA PROVIDENCIA VESTIDA DE NEGRO
Ahora, ¿qué? Me imagino que no se les ocurrirá a los valencianistas hablar de los árbitros. ¡Vaya manita que les echó ayer sábado el de negro, bueno, el de colorines, que ya se han modernizado. ¿Ven como no se puede desbarrar ni sacar los pies del tiesto? No hay que olvidar que unas veces te las dan y otras te las quitan. Al final no me cabe ninguna duda que cada equipo se gana lo que consigue por sus propios méritos y deméritos y lo demás será faltar gravemente a la verdad.
A mi me gustaría que cuando a un equipo le benefician lo digan los sabiondos del turno de oficio, porque despotricar cuando se han equivocado en contra es muy fácil, lo difícil es reconocer que has recibido una ayudita.
Al hilo de lo anterior he echado en falta la habitual parafernalia valencianista de clamar a los cuatro vientos, pero en esta ocasión los voceros han hecho mutis por el foro. Se han despedido de los foros a la francesa sin decir esta boca es mía. Pues no, señores. Hay que dar la cara y contar lo que pasó, que no va a ocurrir nada. Me da la impresión de que les falta seriedad. Tienen la venda en los ojos y así es imposible ver nada.
Nada me gustaría más que fueran coherentes y que no faltaran a la verdad. Quisiera que dejaran de lado la pasión y el forofismo, que llamen a las cosas por su nombre y que no vean fantasmas donde no los hay. No hay nada peor que no querer ver las cosas.
Espero que lo de ayer Sábado les sirva de reflexión a los valencianistas porque ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio no es muy de recibo pero tantas cosas hay que no tienen sentido que a veces a uno le dan ganas de bailar un merengue a la pata coja.
Luis Hernández Rubio
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