Lo que está ocurriendo con Contador en los últimos tiempos es ya no de Juzgado de Guardia sino de las calderas del infierno para los que berrean, espera no, que los que rebuznan son los burros, con perdón. Digo que para los que rebuznan a los cuatro vientos que por unos insignificantes niveles de una sustancia, supuestamente dopante, ya se tenga que crucificar a un deportista, me parece de todo punto inadmisible.
En primera lugar habría que demostrar que el nivel encontrado en el ciclista sea lo suficientemente importante como para permitirle un rendimiento extra. ¿Cómo se demuestra? ¿Alguien cree que los niveles encontrados tienen la suficiente entidad como para elevar el nivel de prestaciones del deportista? Pero si el nivel dado es ridículo.
Por otra parte me parece sencillamente tan vergonzoso como ridículo el trato vejatorio y humillante que se le está dando a todo un campeón. ¿Realmente se tiene que tardar tanto tiempo en tramitar todo el engendro legal? Están destruyendo a un deportista y llevan camino de destruir a una persona.
Lo estrambótico de tanta parafernalia es que los propios medios informativos de España hayan colaborado activamente a ensuciar la inmaculada trayectoria de un deportista de ley. Ni un solo medio informativo del país del deportista ha salido en su ayuda como se debe. Hemos aguantado estoicamente las embestidas de un auténtico impresentable como es el Presidente de la Unión Ciclista Internacional casi sin pestañear.
En el colmo de los despropósitos se ha tardado varios meses en solventar el asunto, bien sancionando bien liberando a Contador de tan pesada carga. Lo han ido a hacer con nocturnidad y alevosía, pues han hundido la temporada de nuestro deportista. Lo han ido a hacer de tal forma que ha perdido la misma de cabo a rabo. ¡Qué bochorno, qué vergüenza! Que rebuznen los asnos si quieren y cuando esto suceda hay que ponerles el bozal y ponerlos a comer alfalfa como locos por lo de las fibras. Vamos que hasta les puede ir bien.
Si se sanciona a Contador habría que replantearse el doping mundial en todos los sentidos, porque ¿me quieren decir a mí que los del basket americano alardean de músculo a base de gimnasio? Va a ser que no. ¿Por qué en otros deportes no se realiza el seguimiento y los controles que se realizan en ciclismo y atletismo? ¿La incidencia es menor? Además me tendrían que demostrar la interacción de las sustancias dopantes y el rendimiento extra obtenido con ellas.
¿Quién se ha vuelto loco? Que pongan a los que rebuznan a pastar. Hagamos justicia con un deportista al que se le está masacrando sin compasión como cabeza de turco de no se sabe bien qué oscuras intenciones.
Luis Hernández Rubio
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