El Madrid dio un paso atrás en su lucha por la Liga. Son muchos los partidos los que lleva marcando goles con cuentagotas para beneplácito del Barcelona, que sigue campando a sus anchas sin nadie que le haga sombra.
El Real Madrid jugó ante el Deportivo falto de identidad
En el partido ante el Deportivo al Real Madrid le faltaron muchas cosas. Cierto es que tuvieron mala suerte con los tiros a los palos, pero eso no es excusa. Los culés no fallan, suelen acertar con el marco del contrario con mucha asiduidad, y ante el Mallorca así fue.
Poco a poco el círculo se va estrechando. Las posibilidades de que los blancos sean campeones de Liga cada vez son más remotas. Su juego no enamora ni encandila. Sus virtudes no aparecen por ningún lado y hasta a Mou parece que se le ha olvidado cómo se juega a fútbol y lo que es más importante, en el Madrid no hay ni rastro de que Mourinho esté por allí. Digo que no hay ni rastro porque el equipo está huérfano de las características de los equipos del portugués.
Hasta ahora el luso había triunfado en todos los equipos en que había estado. Debe ser que entrenar al Madrid no es cualquier cosa. Lo único en que se parece el entrenador portugués en que sabe manejar como nadie los entresijos de lo que no es fútbol.
Las críticas de Mourinho ayudan al Madrid a no perder comba en su lucha por la Liga
Desde el sábado nadie ha oído hablar del Real Madrid como equipo. Únicamente se ha escuchado hasta la saciedad el discurso preconcebido de Mou. Eso sí que sabe manejarlo con maestría. Se ha quejado de los insultos, de los horarios. Suficiente para que no se hable de que los blancos perdieron 2 puntos y que tienen la Liga poco menos que imposible.
Lo malo de todo es que alguna vez los voceros oficiales se den cuenta de su juego y comiencen a hablar de que el Madrid no tiene pegada, que en los últimos partidos fuera de casa no meten un gol ni aunque les dejen la portería sola. Lo no deseable para el entrenador portugués es que de pronto todo el mundo se pusiera a hablar de fútbol y de victorias, de títulos y de buen juego, todo ello con segundas intenciones. Entonces se le vendría abajo su castillo de naipes.
A Mourinho se le fichó no sólo para que ganara títulos sino para que el Madrid le hiciera sombra al Barcelona
Hasta ahora no lo ha conseguido. Ahora mismo está muy lejos de los catalanes y además recibió un buen varapalo en el único partido que han jugado ante los de Guardiola. No debiera olvidar eso el portugués. En el Real Madrid no valen las medias tintas. Las victorias debe ser las etapas y los títulos la meta final. Sin eso los blancos son menos blancos y no es fácil perdonar un desliz y más si es contra el eterno enemigo catalán.
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