Una vez terminada la mesa cuadrada, fíjense en la foto la disposición, que ha durado 4 horas, el jefe del Ejecutivo compareció en rueda de prens
a para explicar de que se había hablado y que todos nos enteráramos, lo que por otra parte no estaba mal.
A la cita han acudido, además de Anfac y la CEOE, todas las entidades convocadas a excepción de Grifols, Hoteles Riu y Ebro Foods, cuyos responsables declinaron la invitación por problemas de compaginar sus quehaceres, no sé si de trabajo o de asueto, que para eso era sábado por la mañana, día semanal de libre disposición para la mayoría de los mortales y para casi todos los parados.
En cuanto a las alineaciones al comienzo del “choque”, por parte del Gobierno, y además de Rodríguez Zapatero, claro está, han participado en el encuentro los vicepresidentes primero y segunda, Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, respectivamente. Lo que ya no sabemos en qué lugar del terreno de juego y en qué posición han jugado los mismos. Imaginamos que en la mejor posición para cada uno.
Por lo que respecta a las empresas asistentes, responsables en su mayoría de desaguisado en que nos encontramos en estos momentos, además de la patronal del automóvil Anfac, han asistido Telefónica, Banco de Santander, La Caixa, Repsol YPF, Grupo Planeta, Iberdrola, BBVA, Mercadona, Cepsa, Mapfre, Gas Natural, FCC, Acciona, Bankia, OHL, Abengoa, Gamesa, Globalia, Indra, Amadeus Global Travel, CAF, Telecinco, ACS-Dragados, Endesa, Inditex, El Corte Inglés, Arcelor Mittal, Grupo Modragón, Ferrovial, Hispasat, Sacyr Vallehermoso, Banco Popular, Iberia, Abertis, Acerinox, Técnicas Reunidas, Banco Sabadell, Agbar, Sol Meliá y Enagas.
Durante la reunión se han analizado las reformas previstas para cumplir el Pacto del euro, entre las que destaca un plan para hacer aflorar la economía sumergida. España manifestó anteayer en Bruselas su compromiso con el Pacto del euro para la sostenibilidad de las finanzas públicas al presentar ante el Consejo Europeo un plan que conlleva reformas para controlar por ley el gasto del Estado, vinculándolo al crecimiento del PIB, y para hacer aflorar empleos sumergidos en el plazo de 18 meses.
El plan está integrado por ocho medidas en materia de competitividad, empleo, finanzas públicas y estabilidad financiera.
Así el Gobierno y las empresas deben aprobar un programa para la puesta en marcha de 30.000 becas de formación destinadas a jóvenes desempleados de baja cualificación, según la intención del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que piensa que la formación "conduce a la empleabilidad", y lo cree sin lugar a dudas.
Los grandes empresarios españoles, que no grandes de España, no han puesto trabas a que se apruebe conjuntamente con el Gobierno 30.000 becas para jóvenes que necesitan cualificación, pudiendo participar en el programa las pequeñas y medianas empresas a través de la CEOE, llegándose al acuerdo de que será el presidente de Telefónica, César Alierta, quien coordine un grupo de trabajo con el Ministerio de Economía y Hacienda para llevar a cabo urgentemente ese programa de becas, que tendrían una duración de seis meses de prácticas en las empresas.
El Gobierno ha encarecido a las grandes empresas que a través de su estructura de formación formen a trabajadores de otras empresas de su sector.
En definitiva no es factible que de esta Reunión salga algo sensato y coherente a pesar de que han asistido los máximos mandamases de las 40 empresas más importantes de este país que se llama España, además de la la patronal del automóvil Anfac, que no se sabe muy bien qué pintaba en este sarao, acompañados por el presidente de la CEOE, Joan Rosell, que parece que pese al poco tiempo que lleva en el cargo es santo de la devoción de muchos. Vamos, que ha caído en gracia, que dicen que vale más que ser gracioso.
Esta Reunión ha servido para pasar un rato charlando, para discrepar veladamente muchos, para que otros hablaran con Rajoy al terminar, otros para echar capotes al Presidente. Después como si no hubiera pasado nada cada mochuelo a su olivo.
La pena es que estas "reuniones de trabajo" del Gobierno no son más que un fiel reflejo de las reuniones de trabajo de cualquier empresa de España. Mucha reunión, mucho calendario, muy poca o ninguna previsión y a la hora de invertir, sustituyen la inversión por el gasto desmedido en asuntos que no van a dar ningún provecho. .... Es lo que hay....
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