La final de la Copa del Rey jugada anoche en Mestalla entre Real Madrid y Barcelona no defraudó las expectativas. Los dos equipos se emplearon a fondo. Los culés intentando realizar su clásico juego de pases y toque y el Real Madrid muy bien posicionado en el campo, parando las acometidas de los catalanes.
Mourinho era consciente desde el inicio de la temporada que el equipo blanco no ganaba la Copa desde hacía casi dos décadas y a buen seguro que Florentino Pérez pensaba en ello cuando fichó al portugués y anoche por fin el Madrid, aparte de hacer trizas la hegemonía del Barcelona, ganó un título
que se le resistía al club de la capital de España.
El primer tiempo se caracterizó por la buena colocación del Madrid sobre el campo
La buena colocación de los jugadores sobre el campo fue clave para parar las embestidas de los jugadores barcelonistas que en ningún momento supieron cómo romper el entramado diseñado por Mourinho. Una y otra vez se estrellaban contra la disposición defensiva de los blancos, que abortaban cualquier acción de peligro de sus rivales con una facilidad pasmosa.
En esta primera parte Iniesta prácticamente no existió y las acciones de Messi se vieron minimizadas por las acciones de los jugadores del Real Madrid, que bien pudo haber marcado en algunas acciones puntuales, sobre todo con un cabezazo de Pepe. Al mismo tiempo Xavi se veía impotente para imponer su juego y debía retrasar el juego una y otra vez al no encontrar huecos donde combinar con sus delanteros.
El Barcelona domina la segunda parte y la prórroga pero sin fruto
La segunda parte fue de claro dominio del Barcelona que no supo aprovechar los minutos de indecisión por los que pasó el Real Madrid. Poco a poco los blancos fueron volviendo al partido y el peligro de los culés fue diluyéndose como un azucarillo en un café.
De igual manera el Madrid pudo haber marcado en varias acciones que no tuvieron su fruto merced a las buenas intervenciones de Pinto que tuvo una destacada actuación en la Final al igual que Casillas que desvió a córner un balón lanzado por Pedro además de desbaratar varias acciones de peligro de los azulgranas.
El tiempo reglamentario acabó en empate y el partido se tuvo que resolver en la prórroga mediante una espectacular jugada que acabó centro para que Ronaldo de un espléndido cabezazo batiera a Pinto en el minuto 102. Desde ese momento el Barcelona intentó en vano empatar el partido para después llevarse la Copa aunque sus esfuerzos fueron inútiles ya que el Madrid aguantó hasta el Final para llevarse a sus vitrinas un Trofeo que se le resistía tras un partido épico donde el sistema de Mourinho se impuso al de Guardiola.
El Real Madrid acaba con la hegemonía azulgrana y lo celebra en La Cibeles
El Madrid acabó con la imbatibilidad de Guardiola en finales, acabando con la hegemonía de los culés y de pasó terminó con su sequía de Títulos que duraba ya excesivo tiempo.
En la celebración hubo de todo, desde el beso de Casillas a la Diosa Cibeles hasta el atropello del trofeo de Copa, que cayó bajo las ruedas del autobús donde iban los jugadores al caérsele de las manos a Ramos. Fue la anécdota de una celebración de un Título mágico para el Madrid, que vuelve a reinar después de mucho tiempo.
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