miércoles, 10 de octubre de 2012

Lectura de poemas en el Castillo del Papa Luna en Peñíscola 29 septiembre de 2012

A continuación os dejos los poemas que leí el pasado 29 de septiembre de 2012 en el Salón Gótico del Castillo del Papa Luna en Peñíscola junto a otros poetas, pasando momentos magníficos y entrañables. Ambos poemas se encuentran recogidos en un poemario en forma de Antología, que se realizó con motivo del evento. La foto es de la portada del libro. =================================================================================== MALTRATO La palabra estalla en inocente rebeldía contra las garras impunes de la muerte. La vida surge rápida en la mañana y alza su victoria sobre la muerte para que nazca la vida a cada instante y la muerte no aparezca a nuestro lado sin haberla llamado, pues lo que vale son las verdades, los cuerpos de un espléndido presente que ignore la derrota porque ante la muerte no debe inclinarse nadie sin que lo hayan obligado y aun entonces uno debe ignorar el destino para vencer convencido de ser parte del futuro. Todo clama, confundirse en la selva de la existencia, evitar la derrota que la muerte nos muestra en triste ofrenda a manos de quien violencia por todo emblema, vive en su desconcierto. Lo necesario es ser un bello momento en medio de la nada que nos dispensa el otoño al calor de la copa de vino que nos reconforta en las tardes donde el miedo y la soledad campan a sus anchas en el acantilado de la existencia. A la muerte sólo se plegan los cuerpos indefensos, porque no es débil quien no puede defenderse sino quien despierta en la madrugada con la herida del alma engangrenada, porque un sueño no puede sofocar nuestras fuerzas. =========================================================================== TODO CLAMA Debemos resistir heroicamente y no llamar a la derrota ante la sangre que protesta con violencia, ante la locura del que blande el arma asesina cegado por la ira de su desconcierto. Todo clama y nos dirige a una vida de más altas miras. Sólo quien acumula rabia en la amenaza de sus manos, se abandona al inaudito desenfreno que le ofrece la muerte, a la inercia que le hace olvidar el sentido de la existencia pero ahora la Tierra debe hablar con voz atronadora. Hoy sólo valemos nosotros y nuestra voz, huyendo de nuestro miedo para que con nuestras manos, con nuestra sangre y nuestro llanto, destruyamos la sombra inútil del enemigo ya vencido por las horas, del hombre enajenado de sí mismo. Qué duro debe ser estar solo y no tener a nadie para conversar, ver pasar la vida bien de mañana aferrados a nuestro destino cuando el cansancio se apodera de nosotros y ya no somos nosotros sino el otro, que no tiene pasado en que refugiarse. No se trata tan sólo de malgastar el tiempo. Es la hora de pronunciar en voz alta el discurso que detenga la violencia. Es hora de preparar el epitafio de la violencia, que nunca debió vivir entre nosotros. &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& “Los poemas anteriores es un desgarrado canto contra la violencia y el maltrato para que se extingan de la faz de la Tierra, pues con su extinción conseguiremos un mundo donde la solidaridad y la cordura sean un hito en las relaciones entre las personas. Que nuestro grito no sea en vano.”

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