viernes, 8 de junio de 2012

Una caricia que cura la herida del desamor

SENTIMIENTOS Rozándome apenas el rostro con el látigo oscuro del viento, un sentimiento nos imponen sin nosotros saberlo. Lamiendo las malditas sombras de la tarde en que fuiste mía sin dejar de ser tú, desolación de otros que se adivina ante nuestros ojos sin ofrecer más que una liviana resistencia, una austera caricia que cura la herida imposible de nuestros abrazos, que se posa delicadamente en la suave marejada que se desata en mi piel cuando nuestros encuentros se llenan de obstinada soledad y de nostalgia. ¿Qué es esa amargura que se manifiesta cuando menos se espera uno y que progresa en el rictus forzado del destino? Sagrado cáliz de rara frialdad. Ante mí la noche es luz ausente mas delante de los hombres, la noche es longeva sombra, es una derrota de infausto recuerdo, un amargo veneno que prueban mis labios. De mi libro en proceso de escritura "Desde el deseo acaricio tus labios"

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