CHINA O LA VARITA MÁGICA

Leo en la revista de Emprendedores del mes de diciembre que China dispone en estos

momentos tan delicados, para ellos solitos añado yo, 2’65 billones de dólares en moneda

extranjera para comprar deuda estatal, vamos que ahora mismo según la revista es el país con

mayores reservas en divisas de este planeta Tierra al borde del colapso. ¡Mama mía, qué

miedo! ¡Qué fenómenos, oiga! Cierto es que están demodés pero mientras tanto nos están

endilgando unos palos de tomo y lomo al tiempo que nosotros encajamos los golpetazos sin

pestañear ni decir esta boca es mía.

La verdad es que mi capacidad de asombro no tiene límite. A estos de China les

estamos dejando campar a sus anchas. Juegan con sus reglas que no con la de todos. Si se

les llama ligeramente la atención, despacito, eh, no vaya a ser que se enfaden, amagan con no

sé qué y nos asustamos.

Ante todo esto mi persona ya se está cansando de idioteces pero claro poco es lo que

uno puede hacer. Además que todo el mundo les ríe las gracias y mientras todos los demás

estamos al borde del suicidio y a punto de cortarnos las venas, estos fenómenos de chinos

siguen con su juego en solitario y utilizando claro está sus propias barajas, marcadas desde

luego. Sacan petróleo de donde no hay. Se han adueñado del comercio mundial y casi de lo

que no es el comercio, pero como nadie dice ni hace nada, uno termina teniendo la impresión

de que las cosas suceden porque a todos interesa que sucedan, desde luego otra explicación

ni creo que interesa ni es viable ni parece ser razonable. De verdad, sin esto no es así, que

venga Dios con toda su cohorte y lo vea.

Los “superchinos” parece que están tocados o con una varita mágica o es que alguien

allende los confines del mundo los está bendiciendo con tal de que se conviertan y crean

porque qué lógica aplastante es aquella que nos dice que un país comunista, ¿comunista me

pregunto yo?, es el dueño y señor del sistema capitalista mundial. De locos parece pero así es.

Mientras lo anterior sucede, los pobres y sufridos chinos, me refiero a los de a pie, a los

millones de trabajadores chinos que trabajan por una miseria sin abrir la boca, las ven venir sin

catarlas. Me pregunto y no sé responderme que cuándo se levantarán los chinitos de su

cenagal y le dirán a sus gobernantes comunistas hasta aquí hemos llegado, quiero lo que me

corresponde, yo también necesito disfrutar de lo que la vida me ofrece. Espero que algún día

esto suceda pues de lo contrario esto tiene muy mala pinta y lo que más miedo le da a uno es

que un buen día los magos chinos en forma de dirigentes comunistas se les tuerza la castaña y

nos preparen una de padre y señor mío y nos manden al abrevadero aunque no queden

caballerías o a pastar en el mejor de los casos.

Vamos, qué risa señores, a los sufridos chinos les estamos haciendo el culo gordo sin

parar y ellos nos devuelven inmundicias sin fin y lo que es más lastimoso, nosotros les

seguimos el juego. Resultado de todo ello es que son el país con mayores reservas en divisas

de esta Tierra tan mareada. Un milagro oiga, que un país comunista juegue al capitalismo

cuando le conviene no deja de ser chocante pero que encima ingresen dinero a porrillo cuando

los demás nadamos en las pocilgas, es inadmisible. Que no se levanten cualquier día con los

cables cruzados porque vamos a ver las estrellas en el peor sentido del término por supuesto.

Vistas las cosas, el día menos pensado nos comprarán la “paraeta” si no la han

comprado ya y nos sacaran a pasear con bozal como si de vulgares asnos se tratara. Espero

que, por el bien común y para que a no tardar mucho no tengamos que ir con bozal el resto de

la Tierra que no sean chinos comunistas, les paremos los pies como es debido porque si no,

nos esperan días duros, muy duros. ¿Me dice usted que China es el país con mayores

reservas en divisas del mundo? Pongámonos a temblar. Hagámosle que jueguen con las

mismas armas que nosotros, porque ahora mismo están explotando a los trabajadores y nos

quedamos parados como lelos. Si no es así, pongámonos a tiritar y no de frío precisamente.

LUIS HERNANDEZ RUBIO

CHINA O LA VARITA MÁGICA